Algunos de los mejores recuerdos navideños no se basan en los regalos. Se basan en las tradiciones. Desde decorar galletas hasta leer el mismo cuento cada Nochebuena, familias de todo el mundo buscan maneras sencillas de crear momentos inolvidables que sus hijos anhelen año tras año.
Lo que comparten los padres:
Los padres están llenos de ideas. Una familia abre pijamas iguales y ve una película navideña cada 24 de diciembre. Otra esconde un adorno de campana dorada y deja que los niños lo busquen como parte de la decoración del árbol. Otros escriben cartas a Papá Noel y responden con notas personalizadas que aparecen en el buzón días después.
Por qué importan las tradiciones:
Las tradiciones les dan a los niños un sentido de ritmo y emoción. Crean conexión. Y no tienen por qué ser elaboradas. Como dijo un padre: «Mis hijos recuerdan las noches de chocolate caliente con menta más que la mitad de los juguetes que desenvolvieron».
Tradiciones fáciles para comenzar este año:
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Escribe una carta a Papá Noel y luego sorprende a tu hijo con una de vuelta.
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Crea un adorno DIY cada año y féchalo con la edad de tu hijo.
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Dejemos que los niños acampen junto al árbol de Navidad el 23 de diciembre.
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Comienza un ritual de lectura de libros o cuentos en Nochebuena
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Establezca un calendario de bondad que conduzca a la mañana de Navidad.
Añade algo mágico:
Una carta personalizada a Papá Noel puede convertirse en un momento que tus hijos esperan con ilusión cada año. Ya sea que llegue por correo o se deje cerca de la chimenea, es una forma de combinar tradición, imaginación y crear recuerdos. Algunas familias incluso enmarcan las cartas como recuerdo.
Pensamiento final:
No necesitas años de planificación para crear una tradición navideña. Empieza poco a poco, sé constante y deja que la alegría crezca. Los momentos que creas hoy pueden convertirse en los recuerdos que perduren.